sábado, 24 de julio de 2010

Entrevista Diario "La Verdad" publicada antes de la ruptura de relaciones 22 de julio de 2010



Choque de trenes en Washington


La Verdad - José Gregorio Martínez - Caracas - 22/07/2010 00:01 22
Como un simple trámite, califica María Teresa Belandria, internacionalista y profesora de la Universidad Central de Venezuela, la sesión extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se realiza hoy a solicitud de Colombia, para presentar las evidencias con las que el Gobierno de Álvaro Uribe se propone -a escasos días para finalizar su mandato- demostrar al mundo de que la guerrilla se ampara en territorio venezolano. A su juicio, el objetivo es elevar el caso a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), único organismo con facultad para sancionar, lo cual ya estaría tramitando Colombia desde la semana pasada.

“Aquí hay una jugada anticipada por parte de Colombia. Cuando yo vi que Ban Ki-moon (secretario general de la ONU) se refirió la semana pasada al caso y pidió a ambos países agotar el diálogo, yo dije: ya ellos (Colombia) se movieron allá (ONU). La OEA no tiene facultad para sancionar, lo que puede hacer es emitir una resolución haciendo un exhorto. Colombia lo que va a hacer hoy es generar un debate para presentar unas pruebas que sean jurídicamente posibles de llevar a la ONU. Solo están cumpliendo con un trámite diplomático, agotando la instancia regional para luego acudir al organismo mundial, y pueden hacerlo inmediatamente si lo consideran”.

Belandria prevé para hoy un evento político con algunas posiciones firmes de apoyo a Colombia por parte de Estados Unidos, Chile, Perú y Panamá; puntos de vista impredecibles por parte de Brasil; y una muy probable coincidencia con Venezuela de Bolivia, Nicaragua, Ecuador y los países del Caribe, en su mayoría -aclara- por intereses económicos. Sin embargo, observa cierta prudencia en Ecuador.

El Gobierno de Colombia entregó a su embajador ante la OEA, Luis Alfonso Hoyos, las supuestas pruebas que tiene en su poder de la presencia de guerrilleros de las FARC y el ELN en Venezuela.

El ministro colombiano de Defensa, Gabriel Silva, señaló que Hoyos será el encargado de presentar los documentos, mapas y vídeos con que cuenta como pruebas de los insurgentes en territorio venezolano.

Silva precisó que la vía diplomática que usa Colombia en esta ocasión con Venezuela es una demostración de que siempre ha buscado el diálogo, de hacer presencia por los canales del derecho internacional y a la espera que los demás países se comporten de la misma manera.

Hoyos reveló a El Universal que los últimos ataques perpetrados en Colombia fueron orquestados por guerrilleros refugiados en Venezuela, lo que ha impulsado al gobierno de Álvaro Uribe a hacer públicas las pruebas.

Se lava las manos

La renuncia de Francisco Proaño, embajador ecuatoriano en la OEA y quien también presidía el Consejo Permanente, lo considera más que una diferencia con su canciller Ricardo Patiño, como señaló el diplomático, una posible evasión a una defensa que no podría sostener. “¿Será que ya vio algo que consideró que no podría defender?”, se pregunta la abogada especialista en derecho internacional.

Ecuador también sufre las consecuencias de los desplazamientos de irregulares colombianos y, así lo dejó en evidencia el Gobierno neogranadino cuando en marzo de 2008 bombardeó campamentos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano en un operativo en el que abatió a uno de los jefes de esa guerrilla, alias Raúl Reyes.

Este hecho significó un punto a favor y uno en contra para Colombia. Por un lado, mostró el cadáver del segundo comandante de las FARC como un éxito en su política de exterminar a los insurgentes, y por otro, encendió una crisis diplomática con Ecuador por la violación de su soberanía. Sin embargo, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, confirmó su asistencia a la toma de posesión de Juan Manuel Santos como nuevo presidente de Colombia, a pesar de haber sido él quien, como Ministro de la Defensa para ese entonces, autorizó esa operación.

Belandria explica que, desde el lado venezolano, hay dos posibles escenario: Venezuela podría romper formalmente las relaciones con Colombia y allanar el camino para reconsiderar la medida a partir del 7 de agosto, cuando se instale el nuevo Gobierno, como una forma de ganar tiempo; o podría acatar el exhorto que se emita en la OEA y desplegar un operativo en la frontera que sirva para lavar su imagen demostrando que sí hay disposición a combatir a los irregulares, lo que implicaría una reconocimiento de su presencia en el país, pero un freno a la decisión del Gobierno colombiano de elevar el caso a la ONU, de donde sí pudieran salir sanciones que -según precisa- serían de índole político y económico, como embargos, por ejemplo, que en última instancia afectaría más a los ciudadanos que al Ejecutivo.

Sólo piden cooperación

Atacando falsas expectativas, Colombia, a través de su embajador en la OEA, Luis Alfonso Hoyos, aclaró ayer que su intención no es conseguir que este organismo aplique sanciones contra Venezuela, sino demostrar al hemisferio que Bogotá ha hecho “infructuosos esfuerzos” en la búsqueda de cooperación en el combate a la guerrilla por parte del Gobierno de Hugo Chávez.

“Tenemos varios objetivos muy claros. Primero es que en todo el hemisferio conozcan los infructuosos esfuerzos que Colombia ha hecho buscando la cooperación de Venezuela para enfrentar estas personas (guerrilla), y que finalmente el Gobierno de Venezuela entienda que no sólo es su obligación, sino su interés porque no ponerle cuidado a esto está haciendo que el secuestro, el narcotráfico y toda la delincuencia este creciendo y afectando al pueblo venezolano&39;&39;.

Colombia dice que a través de rebeldes desmovilizados de las FARC y el ELN ha conocido detalles, coordenadas y tenido acceso a videos y fotos de altos miembros de esas dos guerrillas en Venezuela, que presentará hoy como evidencia de que Caracas siempre ha negado tal presencia o se ha negado a combatir.

Renuncia embajador de Ecuador

Por discrepancias con la línea emanada desde la Cancillería con relación a las pruebas que presenta hoy Colombia contra Venezuela, Francisco Proaño, embajador de Ecuador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), renunció ayer a su cargo de manera irrevocable, y así lo confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.

Proaño argumentó que el canciller Ricardo Patiño le había pedido que, como presidente del Consejo Permanente de la OEA no convocara a la sesión extraordinaria solicitada por Colombia, que finalmente se realizará el día de hoy tras optar por contradecir las instrucciones giradas por el Gobierno de Rafael Correa de incumplir los reglamentos del organismo hemisférico, que en su artículo 37 obliga a dar curso a una petición de cualquier miembro de la organización.

De inmediato, el gobierno ecuatoriano designó a María Isabel Salvador, ex canciller de ese país, como nueva representante ante la OEA, en sustitución de Proaño; y la OEA designó a Joaquín Alexander Maza, embajador de El Salvador, como nuevo presidente del Consejo Permanente, quien ratificó la convocatoria para hoy a las 10.30 de la mañana, hora de Washington.

GNB pasa la frontera

Campesinos de una zona rural del departamento colombiano Norte de Santander, fronterizo con Táchira y Zulia, denunciaron ayer la incursión armada de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), según reporta la agencia de noticias EFE.

"Entraron haciendo disparos al aire, los cuales pasaban por el lado de las casas y de una escuelita con niños", relató a Caracol Radio José Jesús Rendón, uno de los líderes campesinos del caserío de San Faustino, situado a unos 600 metros de la frontera con Venezuela. Rendón señaló que los efectivos castrenses regresaron a territorio venezolano luego de dialogar con policías de San Faustino, no sin antes generar pánico en la población con la incursión.