martes, 21 de febrero de 2012

El Presidente que yo quiero


Publicado en www.runrun.es el 20 de febrero de 2012

Después de 13 años de un gobierno abusivo y un presidente invasor de todos los espacios de la vida ciudadana, tengo muy claro que el cambio que vendrá no es sólo de un hombre sino de un modo de hacer política. Por ello, me permito reflexionar en voz alta sobre el Presidente que quiero para la Venezuela del futuro.

Quiero un Presidente sobrio, que piense antes de hablar y que jamás, ni siquiera a modo de bromas use malas palabras. Un Presidente que no olvide que él es modelaje principal del comportamiento del líder.

Quiero un Presidente que trabaje más y hable menos, que sus ruedas de prensa no sean cadenas y que sus respuestas no sean un extenso soliloquio de sus venturas.

Quiero un Presidente que entienda la majestad del cargo que desempeña, que use y de adecue al protocolo sin rigidez, pero con prestancia, elegancia y buenos modales.

Quiero un Presidente que firme convenios, tratados y contratos transparentes y que impliquen fuentes de trabajo, inversiones y exportaciones y no simples alianzas intrascendentes para alimentar su ego.

Quiero un Presidente que cada 5 de julio recuerda la gesta sin histrionismos, colocando el acento en la civilidad y se aparte de la estética militarista.

Quiero un Presidente respetuoso, decente y sincero que sepa cuando escuchar, cuando callar y cuando actuar.

Quiero un Presidente que no le haga creer a cada venezolano que ha leído mucho cuando en realidad no conoce nada y sólo exhibe públicamente sus carencias intelectuales.

Quiero un Presidente que trascienda la confrontación, que no hable de enemigos sino de adversarios políticos y respete a la oposición.

Quiero un Presidente que rinda cuentas cada año usando adecuadamente el tiempo y que cuya gestión sea auditable y comprensible.

Quiero un Presidente que se vista para cada acto como corresponde y no nos imponga una estética alejada de la sobriedad de su alta investidura. Que no se disfrace de rector, profesor, decano o militar.

Quiero un Presidente que no insulte, no degrade, no descalifique, no ofenda ni siquiera en los momentos más difíciles.

Quiero un Presidente para todos y que nunca más emplee a la FANB como su guardia pretoriana ni para su beneficio.

Quiero un Presidente que tome vacaciones como cualquier ser humano y que su silencio y su ausencia se hagan visibles a través de sus obras.

Quiero un Presidente servicial, dispuesto a tolerar la crítica de los medios de comunicación y de sus adversarios transformándola en una oportunidad para crecer y mejorar.

Quiero un Presidente cuyo entorno no le imponga la agenda y le coloque una campana de cristal que lo aísle de las necesidades y realidades de la gente.

Quiero un Presidente cuya vida, árbol genealógico y aventuras de juventud me la cuenten sus biógrafos.

Quiero un Presidente que disfrute del beisbol como uno más, que vaya al estadio y soporte con humildad los aplausos y con serenidad los abucheos.

Quiero un Presidente cuya caravana recorra nuevamente las calles de Caracas y que los niños puedan detenerse a mirarla con orgullo y curiosidad, para que esté en contacto con el suelo y con la realidad.

Quiero un Presidente que lidere el rescate de las artes, que el Teresa Carreño y el Poliedro sean nuevamente salas de espectáculos y no foros para alabarle y aplaudirle.

Quiero un Presidente que me lleve con su verbo a la esperanza y que sencillamente me permita crecer, planear y vivir en paz.

Henrique, ¿serás tú el Presidente que yo quiero? Así lo espero, así lo deseo y trabajaré para que sea una realidad. Te envío un abrazo, en este el camino que trazaste.


María Teresa Belandria

@matebe