El pasado lunes 10 de agosto se reunió Unasur un propósito: la transmisión de la Presidencia pro-tempore de Chile a Ecuador, del Socialismo progresista, moderno, respetuoso de los Derechos Humanos al Socialismo en el Siglo XXI.
En la Agenda, estaba previsto debatir: comercio, calentamiento global, democracia, integración, libertad de expresión, respeto a los derechos humanos, crisis mundial, gripe AH1 N1. Sin embargo, habilmente Correa le sirvió la mesa a Chavéz quien no perdió la oportunidad de colocar en la discusión el Convenio de Cooperación militar entre el Colombia y Estados Unidos.
Apremiante conocer los detalles, pero hacerlo por la vía diplomática, no invocando los "vientos de guerra". La Declaración Final representa un tropiezo en la carrera belicista del Alba, pero no una derrota. Se impuso la calma, se redujo la tensión y se acordó una reunión para el 28 de agosto en la que Ministros de Defensa, Presidentes y Cancilleres, aprovechando los Buenos Aires debatiran el acuerdo. Visto a la distancia este juego estrátegico quedó 6 a 3 a favor de Uribe. La gira muda grita fuertemente al oido de los mandatarios y la información privilegiada que obtuvieron unos más que otros marco el tono de las réplicas. Itamarati lleva la voz cantante de Unasur y advirtió Lula "que debemos prepararnos para escuchar cosas que no queremos oir". ¿A que se refería?
Unos opinan que al narcotráfico, otros al tráfico de armas, algunos que los vinculos de gobiernos de la región con grupos irregulares están al descubierto, en fin, asuntos de Seguridad y Defensa.
Otro elemento considerado es el curioso caso de Manuel Zelaya, quien como jarrón chino recorre en aviones venezolanos todo el continente dejando a su paso más problemas que soluciones y mas fisuras que aliados en la región, se le recibe como Presidente y muerde la mano de aquellos que le dan de comer, pero sorprende la injerencia manifiesta en los asuntos internos hondureños cuando se "condena" y se "amenaza" con no reconocer un gobierno que derive de elecciones libres en noviembre en la pequeña nación centroamericana. El tono propio del Alba es un juego adelantado impropio de las democracias.
Finalmente recoje el texto de la Declaración de Quito el irrestricto apoyo a la Libertad de Expresión y al respeto de los Derechos Humanos, pregunto ¿Venezuela forma parte de Unasur?.
Si lo dudan, recordemos las noticias de las últimas semanas: 34 emisoras de radio cerradas, amenaza de clausurar 206 más; represión contra manifestantes, agresión a periodistas. Claro, si ocurre en Honduras lo condenamos, pero si pasa en Venezuela....... en Venezuela no pasa nada, porque la chequera silencia las protestas en la cuna de Bolívar.
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