Este gesto entre 2 niños cuyas circunstancias históricas han colocado en aceras diferentes de la vida, representa la viva imagen de lo que deseamos, aspiramos y soñamos ver muy pronto.
El Medio Oriente tiene una deuda pendiente en materia de derechos humanos, libertades, tolerancia, respeto, que ya acumula 61 años.
Los líderes tienen en estos momentos una extraordinaria posibilidad de saldar este pasivo doloroso.
La Paz no se negocia, se decide.