¿Que está pasando en América?, esta pregunta se está formulando lejos de nuestras fronteras, ya que con la excepción de Canadá, si revisamos el continente están ocurriendo eventos políticos y de política exterior que nos colocan en el debate.
El triunfo de Obama en Estados Unidos marcó un cambio de rumbo en la conducción de esa Nación que no sólo es la propia figura del mandatario, es el viraje que su politica exterior ha dado en temas profundamente controvertidos, desde el cierre de la infame prisión de Guantanamo hasta el retiro de tropas de Irak, la contención de Irán por la vía diplomática, la presión sobre Israel para el reconocimiento del Estado Palestino, el abandono de la defensa preventiva y la habilidosa conducción del Departamento de Estado hacia América Latina, recomponiendo las alianzas y dando declaraciones en el momento más apropiado, marcan un camino diferente que pocos han advertido en su justa dimensión.
En México, por poco los carteles de la droga, el virus AH1N1, cuyo paciente cero salió de allí, los asesinatos en Juarez, los secuestros colocaron al Estado en franca minusvalía allí se comprende el triunfo del PRI, luego de una sequia de 10 años.
Si examinamos Centroamericana, golpe de Estado en Honduras, triunfo de la derecha en Panamá, acusación de asesinato contra el Presidente de Guatemala, izquierda moderada en El Salvador que se distancia del Alba, se radicaliza la izquierda en Nicaragua. Se salva Costa Rica cuya mediación pondrá de manifiesto que es de todos los países quien posee los más altos estandares de Democracia y Libertad.
Hacia el Sur, Venezuela, liderando el Alba, pelenado con medio continente, aliandose con gobiernos radicales, escapando de la Comunidad Andina, sin placet en Mercosur y promoviendo un modelo político que aún no tiene definiciones pero si leyes, Colombia coqueteando con reformas constitucionales mal vistas en su vecino pero convenientes en aras de "la seguridad"; Brasil y Chile erigidos como los gigantes reales del Sur, en lo político jugando en todos los tableros estratégicos, sentados con los grandes y liderando el Bric y considerados economías emergente. El resto, se debate entre la adulancia y la necesidad (Bolivia), la emulación (Ecuador), la desestabilización promovida desde fuera (Peru); el fracaso de la formúla Kichner que acusan las malas alianzas en Argentina; los escandalos personales de Paraguay y el silencio de Uruguay, un elemento común que agrupa a varios mandatarios es "la reelección" y su necesidad imperiosa de permanecer en el poder.
Asi que el rompecabezas del continente se fragmenta, se recompone, se reconstitucionaliza, lo cierto es que desde el polo norte al sur, algo está pasando en América.
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