miércoles, 12 de enero de 2011

Soberania: Concepto de Plastilina de Elides Rojas

Soberanía: concepto de plastilina
Todo el que le jale mecate a los jefes del proceso tiene permiso para desbaratar el país

ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 12 de enero de 2011 12:00 AM
El concepto de soberanía nacional unido al de no injerencia en asuntos internos tiene una significación muy clara para este Gobierno comunista. Como lo ha hecho Fidel Castro en Cuba, se traduce en aquí hacemos lo que nos da la gana y nadie puede siquiera atreverse a abrir la boca sobre el tema.

Esta visión tan particular tiene variables y aplicaciones que, por momentos, el ejecutor parece más un maromero que un estadista. Para los chavistas, que es lo mismo que castristas, la soberanía nacional debe ser respetada por encima de cualquier cosa y defendida con la vida, salvo cuando los cubanos vienen, con el permiso expreso del guía y líder, a apropiarse de los puestos de trabajo de los venezolanos o a tomar el control y gerencia de puntos estratégicos del país.

Un cubano comunista es actualmente un invasor permisado, un violador de soberanía con patente de corso y salvoconducto otorgado por la Real Audiencia Socialista de la comarca de Caracas. Controlan todo el sistema de registros y notarías. Son los dueños de los aparatos de identificación y extranjería. Están regados por todo el Ministerio de Relaciones Exteriores, aquí y afuera, sin disimulo ni recato. Haga una prueba y llame a la embajada venezolana en París. Lo atenderá una cubana: "¿Qué desea, caballero?". Se han abierto juicios a militares por denunciar que los cubanos también mandan en los cuarteles. No lo sabemos, pero se dice eso desde hace muchos años. Hay pueblos del interior donde la autoridad máxima es algún cubano a cargo de adiestramiento agrícola o técnicas de siembra. Se hacen jefes de todo. Son amos y señores del sistema de seguridad e inteligencia nacional. Son los dueños de Barrio Adentro y los deportes.

La idea de soberanía y el principio de no injerencia solo aplica al país, organismo multilateral o persona que se atreva a hacer algún señalamiento sobre las barbaridades constitucionales o de otra naturaleza que comete el chavismo en ejercicio de su monarquía constitucional.

Un cubano, para la camarilla que maneja el país, es sagrado. Un cubano debe valer más o menos lo que valen 10 venezolanos y cuidado si más. El amor del líder intergaláctico por Fidel Castro, Raúl Castro y todo lo que huela a comunismo cubano está por encima de cualquier concepto patriótico y nacionalista. Ante los cubanos muere toda idea de soberanía.

Aunque el tema es más amplio, actualmente los autorizados para pisotear la soberanía nacional y meterse en lo que les dé la gana forman un espectro de invasores compuesto por bolivianos, ecuatorianos, nicaragüenses, iraníes, rusos o chinos. Pueden ser más. Depende del que todo lo puede.

Extraño patriotismo, sin duda.

erojas@eluniversal.com / twitter: @ejrl