
Las elecciones de mayo en Colombia se convierten en motivo de discusión para los venezolanos ya que el resultado de la primera vuelta y lo que en definitiva decidan los colombianos marcara sin duda alguna el derrotero de la relación. Si tomamos el aspecto de Seguridad y Defensa observamos que Colombia en uso de su soberanía decidió tener Paz y, la política de Seguridad Democrática emprendida por Álvaro Uribe ha devuelto a una porción muy importante del territorio y de los ciudadanos el sentido de gobernabilidad, aupando el crecimiento económico y devolviendo la tranquilidad perdida por los años de ocupación de los diversos grupos irregulares que sin ideología que sustentar y nada que ofrecer pasaron a actuar como narcoterroristas contra políticos, fuerzas armadas y pueblo indiscriminadamente. La Seguridad Democrática como política de estado ha tenido sonados aciertos como el rescate de Ingrid Betancourt y 14 ciudadanos más y no pocos desaciertos como los falsos positivos y la violación del territorio de Ecuador para dar de baja a Raúl Reyes, hechos sencillamente inaceptables. Por ello el resultado de la contienda electoral bien consolidará y fortalecerá lo actuado representando una amenaza real a la soberanía de los países fronterizos de Colombia que aún miran con simpatía y comprensión revolucionaria a las FARC, ELN y otros, o se reordenará, excluyendo la opción militar como primera salida al conflicto privilegiando el acuerdo humanitario y fomentado el desarme y la inserción en la lucha política como ya ocurrió en el pasado. Si atendemos al aspecto comercial para quien ocupe el Palacio de Nariño será un tema prioritario y quizás de mayor presión interna que el militar ya que aumentar los niveles de intercambio y devolver a las empresas colombianas su principal mercado de exportación, luego de una caída de 73% sólo en el primer trimestre de 2010 en comparación con 2009 así lo manda, aquí el resultado también tiene sus matices, o bien Colombia consolida su apertura penetrando otros mercados privilegiando la seguridad por encima de la economía, o intenta recomponer el tejido institucional que tantos beneficios le trajo privilegiando la economía y dejando para luego lo demás. Lo cierto es que este divorcio con hijos que es nuestra relación sigue en crisis, pronto veremos si se agudiza, o se supera