viernes, 21 de mayo de 2010

El Juego de Brasil














Brasil, el gigante de sudamérica, Brasil la potencia emergente, Brasil vecino, aliado. Brasil actor de primera línea en la política internacional, Brasil parte del BRIC y del G-20 ampliado, motor de Mercosur, artifice de UNASUR, tierra de contrastes étnicos, culturales, religiosos, cuya diversidad y asimetrias no dejan de sorprendernos.

Brasil exportadora de aviones y de tecnología propia, Brasil aliada de Estados Unidos y de Iran. Brasil en la búsqueda de un asiento en el Consejo de Seguridad, Brasil es futbol, es samba, son garotas y fabelas, bahianas y paulistas.

Brasil usando su geografía, sus recursos, su dimensión, su densidad y su ubicación transforma al país en el pivote sobre el cual gira el resto de América Latina, en el hegemos.

Advertiamos esta fuerza de Brasil desde hace años, sólo que ahora es cuando manifiesta su verdadera vocación expansionista, y no nos referimos a ampliación de su territorio que supera los 9 millones de kms2, sino a la expansión de su influencia, a la postre el modo contemporáneo de ablandar los límites y permear las fronteras sin el uso de la fuerza.

En el camino ha cometido errores, recientes todos.

La intromisión en el tema de Honduras al haber autorizado el ingreso de Manuel Zelaya en su legación diplomática, presionando inapropiadamente en lo interno de la nación centroaméricana y tratando de demostrar una fuerza que echaba por tierra los esfuerzos del mediador Oscar Arias, la participación de la desprestigiada OEA que naufragó junto a su Secretario General y además violando los tratados y convenciones internacionales en materia de asilo y refugio. La firme determinación del gobierno defacto frente a esta actuación, llevando al país a las elecciones demostró que la fortaleza de un pueblo en su camino a la indepedencia y libertad pueden más que el peso gravitacional de Brasil y el Alba juntas, es decir, le salió mal.

En su más reciente puesta en escena junto a Turquía para comprometer a Iran a cumplir lo que las potencias no han logrado, "transparencia en el programa nuclear" hace pensar que o bien lo hace contando con la anuencia de Washington para que vigilen la expansión de Iran en suramerica y le contengan para que cualquier acuerdo pase por Brasilia y no por Caracas, o lo hace sola para demostrarnos su recién ganada fama de "influyente".

Es muy pronto aún para evaluar el resultado, pero la nación persa a pocas horas de suscrito el acuerdo ha declarado que, de persistir las sanciones vía Consejo de Seguridad seguirá haciendo de las suyas, esto es amenazar a Israel con la destrucción, extraer uranio de los aquellos países hermanos sin que nada ni nadie le vigile. No somos optimistas puesto que nada hace suponer que Iran mantenga la palabra empeñada a Turcos y Brasileros.

Brasil, Brasil, Brasil. Este año tendrá nuevo presidente.

¿Consolidará sus aspiraciones?. ¿Usará el Mercosur como plataforma de expansión?

¿Abandonará a su suerte a UNASUR para que el resto de las naciones se distraigan en el Consejo de Defensa Suramericano jugando a las amenazas y las medidas de confianza mutuas, cuando ellos le venden sus aviones al primer mundo?.

Queda servido el debate. Hagan sus comentarios.